Texas está ofreciendo un terreno rural a lo largo de la frontera con México para usar para posibles deportaciones masivas durante la administración del presidente electo Donald Trump.
La propiedad, que Texas compró originalmente el mes pasado, está ubicada en el condado rural de Starr en el Rio Grande Valley. Dawn Buckingham, la comisionada de Tierras de Texas, envió una carta el jueves a Trump extendiendo la oferta.
La oferta de terreno es el más reciente ejemplo de una marcada división entre los estados y los gobiernos locales sobre si apoyar o resistir los planes de Trump para las deportaciones masivas de migrantes que viven en Estados Unidos ilegalmente. El martes, el concejo municipal de Los Ángeles votó para convertirse en una jurisdicción “santuario”, limitando la cooperación con las autoridades federales de inmigración para llevar a cabo deportaciones.
Los líderes de Texas han respaldado medidas agresivas en la frontera para frenar los cruces, incluyendo la instalación de barreras de alambre de púas y la aprobación de una ley el año pasado que permitiría a las fuerzas del orden arrestar a migrantes que cruzan la frontera ilegalmente.
“Al ofrecer esta propiedad recién adquirida de mil 400 acres (566 hectáreas) al gobierno entrante de Trump para la construcción de una instalación para el procesamiento, detención y coordinación de lo que será la mayor deportación de criminales violentos en la historia de nuestra nación, me uno al presidente Donald Trump para asegurar que las familias estadounidenses estén protegidas”, dijo Buckingham en un comunicado.