¿Y si Gordito tiene razón?

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Alerta Calor

Víctor Manuel Reyes Gloria
Creo que han caído en el engaño. Me refiero a los defensores de El Chamizal. Efectivamente, como dice Daniel Delgadillo, Gordito sabe más de lo que aparenta. A partir de ese conocimiento ha llevado a muchos a caer en la trampa urdida entre su círculo empresarial para hacerse de bienes públicos si se los permitimos.

Sabedores de que la defensa por el Parque El Chamizal les avasallaría, se quieren pasar de listos. En efecto, la gran mayoría de los habitantes de esta frontera está en contra de las ambiciones desmedidas de estos genios de la mercadotecnia. Sabedores de ello, han mandado por delante a Gordito para que lleve a cabo el gran engaño.

Provocó primero que la Secretaria del Medio Ambiente, María Luisa Albores aceptara llevar a cabo una investigación topográfica y legal de la zona tanto de los llamados Hoyos de el Chamizal, como del área que fue devuelta por Estados Unidos a México en la década de los sesentas del siglo pasado. Les pareció excelente a los representantes de los grupos defensores de El Chamizal, que pretenden sea reconocido como Parque Nacional.

No advirtieron la trampa.

Gordito afirma, y así lo han divulgado ya estos grupos empresariales, que la superficie donde pretenden construir su Centro de Exposiciones y Convenciones, no es parte del Parque El Chamizal, y por lo tanto, no se afectará éste.

Surgen entonces varias preguntas: si es como afirma Gordito, ¿quién es entonces el propietario?, ¿habrá pactado ya el gobierno federal la entrega a estos empresarios dicha zona para que lleven a cabo su edificio? ¿o el estado o el municipio?

Lo importante es entonces conocer a ciencia cierta al dueño de esa área que con toda seguridad es de dominio público de uso común y no de estos empresarios cuya característica es la voracidad.

Afirman también, que entre el Parque propiamente y la pretendida superficie para su edificio existe una distancia de dos kilómetros y que por lo tanto no afectarán al mismo. Suena convincente, pero más convincente es la realidad. En la avenida Plutarco Elías Calles y la Heroico Colegio Militar y hacia el oriente existe el llamado Parque de Las Lilas, que fue forestado en tiempos en que Jesús Macías fungía como presidente municipal. Hoy luce como área verde magnífica.

Hacia el poniente de esa fracción, existe, Parque Extremo de por medio, el Parque de Los Pinos que llega hasta la Avenida Adolfo López Mateos con algunos andadores. Al igual que el primero, hoy lucen sus pinos de gran tamaño.

Lo anterior es prueba irrefutable que dicha zona pueda dar frutos como bosque que beneficie a la ciudad y a sus habitantes tan carentes de parques que valgan la pena.

Si Gordito tiene razón, creo que debemos agradecerle el que nos haya abierto los ojos para solicitar al gobierno federal, estatal o municipal, cualquiera que sea el propietario del área de Los Hoyos, que se incorpore como extensión de El Parque Nacional El Chamizal, y se lleve a cabo una amplia forestación de su superficie aprovechando el programa de reforestación que lleva a cabo el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

Todos lo apreciaríamos bastante al darnos la posibilidad de generar todo un bosque para las futuras generaciones y no una plancha y un edificio de cemento que en nada contribuye al medio ambiente de la ciudad. Sería parte de una justicia intergeneracional que dejaría a las generaciones venideras un espacio de solaz y esparcimiento digno de esta frontera.

Es más, cabría la posibilidad de erigir un monumento a Gordito como agradecimiento por habernos proporcionado esta idea.

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