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Este día, Ciudad Juárez perdió uno de sus restaurantes más icónicos. El Tragadero, ubicado en la calle Constitución, en la zona Centro, quedó reducido a cenizas. Este lugar, conocido por su sencillez y ambiente acogedor, fue inaugurado en enero de 1989 por el periodista taurino Armando Rauda. Junto a su esposa, doña Elda, y sus hijos Guillermo, Verónica, Rocío y Xóchitl, Armando convirtió El Tragadero en un referente gastronómico, famoso por sus exquisitos cortes de carne.
La inspiración para El Tragadero vino del amigo de Armando, don Claudio Esquivel, quien tenía un restaurante del mismo nombre en Morelia, Michoacán. Desde sus inicios, Armando comenzó a crear un museo taurino en el restaurante, coleccionando recuerdos de su vida como aficionado y periodista taurino.
El lugar albergaba una impresionante galería de fotografías con grandes figuras del toreo, además de trajes y accesorios de toreros legendarios como Luis Procuna, Eloy Cavazos y Alberto Balderas.
El Tragadero no solo era un punto de encuentro para los amantes de la buena comida, sino también para aficionados de la tauromaquia. En sus mesas se sentaron figuras del toreo, matadores, novilleros, ganaderos y empresarios, todos disfrutando del ambiente único que Armando y su familia habían creado.
Armando Rauda falleció en enero de este año, dejando un legado imborrable en la comunidad juarense. Hoy, la ciudad lamenta la pérdida de un lugar que, durante más de 30 años, fue testigo de innumerables historias y recuerdos.
El incendio no solo destruyó el mobiliario, sino también cientos de fotografías históricas, cuadros y decenas de recuerdos que narraban la historia del toreo y de Juárez. La comunidad llora la pérdida de este tesoro cultural y gastronómico, símbolo de identidad y tradición.